sábado, 19 de febrero de 2011

Historias - MDQ - final



Ya en casa, no faltaron las preguntas de familiares y amigos sobre el motivo del pronto regreso, a algunos les conté y las reacciones fueron similares a los comentarios de ustedes.

El primer día que vi conectarse al msn a Nat, no pude menos que preguntarle cómo se había resuelto todo. Me dijo que “su” Ale no había podido ir, por lo cual no había tenido que explicar nada, pero que con K. no habían pasado a mayores.

Con K. habíamos intercambiado e-mails ya que me iba a pasar algunas fotos del viaje, así que le envié un correo pidiéndoselas. Me contestó enseguida y me pidió mi msn, nos agregamos y desde ese día conversamos bastante seguido, al principio tonterías, después, de a poco, encontramos que teníamos algunas coincidencias y solíamos pasarnos música, o links a sitios de internet, recomendarnos películas y comenzamos, de a poco, a contarnos también un poco cosas de nuestras vidas.

Paralelamente, Nat me comentaba de él, y yo como conocía la otra parte de la historia empecé a encontrar cosas que no coincidían en los relatos de uno y otro. Ella se quejaba mucho de que no podía contar con él, él me comentaba cómo trabajaba todo el día y hacía extras para sacar unos pesos más, y que ella lo llamaba a horarios muy locos para que la fuera a buscar, o que la ayudara con un trámite, y el tipo, no tenía tiempo, y yo no entendía ese grado de exigencia, sólo eran amigos.
En un momento discutieron y él la desadmitió del msn, entonces Nat me preguntaba si él estaba conectado, una situación por demás incómoda. Decidí cortar por lo sano y decirle a ella que eliminaba a K. de mis contactos, algo que en realidad no hice.

Por esos días la abuela de Nat se cayó en la calle y tenían que operarla de la cadera, le ofrecí una llave de casa, Nat vive en la Provincia, y la abuela estaba internada en un Hospital no muy lejos de casa, en Capital. Me dijo que no hacía falta ya que se quedaba en lo de “su” Ale, que vivía mucho más cerca del Hospital. La noche de la operación chateamos y me comentó que él le estaba cocinando (siempre me contaba que el tipo le cocinaba y la atendía como a una reina), que la abuela estaba mejor y que se quedaría los días de internación en la casa del pibe. Le dije que cualquier cosa que necesitara, me dijera.

Al rato se conecta K. al msn y le comento de la operación de la abuela de Nat, y me dice: "Sí, ya sé, Nat está en casa". En esos momentos me comenzaron a caer todas las fichas juntas..
"En tu casa? No me digas que le estás cocinando fideos con pesto?", le pregunté.
"Cocinar? No, le estoy calentando los fideos con pesto que me trajo mi vieja, pero cómo sabés?".
"Dónde está Nat ahora?", le pregunté.
"Se está duchando, pero qué pasa?"
"Decime, ustedes están saliendo hace meses???, todo comenzó un día que te pidió masajes y se te fueron las manos?".
"Comenzó ese día, sí, pero no estamos saliendo, tenemos sexo ocasional, se supone que las cosas están claras, yo no siento por ella nada más que amistad y lo mismo ella por mí".

Me vinieron a la mente todos los comentarios de Nat sobre su "Ale", que el tipo vivía en Belgrano (K. en Agronomía), que le cocinaba (K. apenas si cocinaba un pancho o hamburguesa), que la atendía como a una reina (K., al parecer, también la "atendía").

Le dije a K. que la seguíamos otro día, Nat ya salía de su ducha, y yo no quería apresurar deducciones, aunque las cosas parecían estar más que claras.

Otro día, más tranquilos, seguimos con la charla, y todo cerró. Yo no podía creer que Nat me hubiera mentido todo ese tiempo, porque además, no le veía sentido.
Por su parte al poco tiempo ellos discutieron, Nat quiso instalarse en casa de K. y él le puso límites, diciéndole que lo de ellos era sólo amistad. Todo terminó mal y dejaron de hablarse.

Quise reunirme con ella para charlar tranquilas y en persona, no lo logré, comenzó a alejarse cuando le pregunté por qué me había mentido y disfrazado a K. de "Ale". No me contestó más mensajes, ni sms's, ni llamados, y no nos volvimos a ver.

Todo lo contrario ocurrió con K., con quien seguimos en contacto, y con quien las cosas, sí estan muy claras.

A veces extraño a Nat, a la anterior a ese viaje, a la que me hacía reir con sus guarradas, la que me hacía la pata, la que me acompañaba en las salidas fotográficas, la que me contaba anécdotas muy locas, hoy ya ni sé si ciertas o inventadas, la que siempre, convenientemente, tenía un amigo que "conocía a XX", aunque debo decir que con el tiempo, he terminado por creer en eso de los 6 grados de separación.

Muchas veces me he preguntado qué hubiera pasado si no hubiera intercambiado mails con K., si nunca me hubiera enterado de lo del falso Ale.

Nunca lo sabré...

15 comentarios:

  1. Ay, ay, ay, ay... que de leerte me dan ganas de salir corriendo.
    Me impresiona el nivel de locura de esa chica.
    Hasta el momento no habías notado ningún otro signo de que no le llegara el agua al tanque?
    Debe ser horrible enterarse que una amiga había fabulado tanto y sin sentido, ponés todo en duda. Habrá dicho algo cierto?
    Wow, menos mal que se fue de tu vida, una amiga así es mejor tenerla bien lejos. Me da miedito.
    Lo de los seis grados de separación es bien cierto, lo he comprobado varias veces, de modos muy insólitos, historias que te dejan con los ojos que son el dos de oro...
    Bueno, el que puedas contar esta historia quiere decir que ya es tema superado, menos mal.
    Un abrazo, nena, que estés muy bien.

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  2. Marina: no, nunca me había dado cuenta pero con Nat nos habíamos conocido un par de años antes, tampoco era una amiga de toda la vida.
    Supongo que quizás se alejó por vergüenza al enterarme yo de sus mentiras, también me queda la duda si no fui lo suficientemente buena amiga como para que ella me contara sus problemas.
    Un tiempo después super que fue a tratar sus descontroles alimenticios y al parecer se estaba tratando con un psicólogo también. En el fondo me da mucha pena, porque creo que parte de su vida inventada se debía a las secuelas de los maltratos que sufrió por parte de su padre desde muy chica y que su madre permitía, no eran físicos pero sí verbales, lo cual es lo mismo o peor.

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  3. No justifiquemos sus mentiras, estaba chapita y punto!
    Si no le hubieses inspirado confianza, no te decía nada y listo. Pero, para qué mentirte?
    No veo en qué el maltrato pueda ser causa de mitomanía, pero bue, cada uno con su historia (andá a saber también si eso era cierto...)
    Sí, claro que da pena, pero también es muy feo sentirse estafada en la amistad.
    Beso.

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  4. Tengo una doble opinión sobre tu historia. Apasionante, te mantiene en vilo si te toca leerla. Pero haberla vivido, sobre todo ese sorprendente final, en donde la comedia cambia su tono, eso debe haberte provocado tremendo desconcierto, y ojalá no dolor si considerabas a Nat tu amiga.

    "La vida te da sorpresas..."

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  5. Marina

    quizás, pero sigo poniéndome un poco triste al recordarla.

    Rob

    Pensé en dejar la historia como estaba, en lo que fue un poco la comedia del viaje en sí, pero decidí contar el otro final. Y ese final justamente cambia de tono porque yo la apreciaba mucho, y sumado al desconcierto sentí una profunda decepción, y a la vez, un poco de tristeza por cómo terminó mi amistad con Nat.

    Besitos a ambos :-)

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  6. Todavía no le encuentro sentido a la mentira de Nat, pero indudablemente algún grave desorden adentro de su cabeza la tenía girando en dos universos diferentes y tal vez tenía a ambos por reales.
    De cualquier manera, fue mejor enterarse!

    un beso.

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  7. Puffffffffffff! No sé por dónde empezar, me caes muy bien por la música que subis, por muchos relatos e historias que leí e tu blog pero definitivamente esta historia no me cierra por ningún lado... qué queres que te diga?

    La mina una insegura, una boba o quizás ya se veía venir lo que después Uds plasmaron... qué decirte?

    Espero que tengas en tu haber (y en la actualidad) historias más coloridas y menos enroscadas, estas cosas terminan mal para todos!

    Me alegro que te interese lo del curso, creo que en breve te va a llegar un mail que te debería alegrar! jajajaja!

    Beso

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  8. Conde

    Creo que en parte ella se creía sus historias, y no creo que su desorden alimenticio sea casual, nunca lo son.
    Un beso :).

    Pablo

    Jaja!! Bueno, tengo algunas historias enroscadas, otras no tanto, varias rodeadas decircunstancias por demás casuales, otras graciosas, otras no tanto. Así es la vida!! Yo misma soy un personaje bastante particular, debo confesar.
    Besos!

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  9. Dejando atrás.....una mala experiencia. Beso.

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  10. me queda un sabor amargo y desagradable!

    terminar una relación así siempre duele, todo queda esa sensación de polaridad...

    en esta última entrega mucho menos pícara la historia terminó como debía ser.

    besos

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  11. Pd. tenés un mail a dónde pueda escribirte?

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  12. Alelí:

    A veces, muchas, las historias de la vida real no terminan como querríamos.

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