domingo, 10 de julio de 2011

Pasiones

Allá por 1982, tuve la oportunidad de disfrutar "en vivo" y en el más alto nivel, del deporte que jugué durante 15 años, y que tanto disfruté.

Desde mis 13 años mis domingos eran almorzar rapidito e ir a jugar. Siendo cadete me tocaba jugar también en juveniles, siendo juveniles también en primera, así que mi tarde de partidos comenzaba a la "siesta", y usualmente eran 2 por domingo.

Me encantaba estar desde temprano, ver jugar a todas las divisiones, y obviamente el momento más esperado era cuando llegaban los chicos de la Primera.

Otra cosa de la que disfrutaba eran los viajes, cuando nos tocaba ir a un torneo regional o nacional, el conocer otras ciudades, gente de otras provincias, el cultivar la amistad a través del deporte.

Por eso cuando en 1982 se hizo el Mundial de Volley en la Argentina, estando cerca de Rosario, con la gente del club nos fuimos a ver una fecha, algunos más grandes, incluído mi hermano repetirían el viaje posteriormente a Buenos Aires, yo era más chica, no me llevaron (snif).

Esa selección Argentina, logró en ese Mundial, en casa, la medalla de Bronce.

Esa generación de jugadores era un equipazo que luego repetiría el Bronce en Seul 1988:

El plantel: Carlos Getzelevich, Hugo Conte, Daniel Castellani, Esteban Martínez, Carlos Wagenfield, Miguel Solari, Waldo Kantor, Raúl Quiroga, Jon Uriarte, Alcides Cuminetti, Leonardo Wiernes y Alejandro Diz. Técnico: Young Wan Sohn y ayudante Julio Velasco.


Casi 30 años después, tenemos otra gran selección Argentina de Volley, la decisión tomada por el gran ex-jugador y actual técnico del seleccionado, Javier Weber un tiempo atrás de armar un grupo muy joven (menos de 22 años de promedio) y foguearlo a nivel internacional, dejando de lado históricos para apostar al futuro dió frutos en la edición de la World League que finalizó hoy, 10 de julio, con el equipo argentino logrando un 4to puesto histórico y jugando mano a mano con equipos de elite.

Al leer quienes componen el equipo, no podemos dejar de recordar a los chicos del 82, ya que encontramos apellidos que se repiten.

Facundo Conte: hijo del mejor jugador de volley de la historia argentina, Hugo Conte, y de Sonia Escher, ex jugadora de la selección argentina de volley, a quien me tocó enfrentar y padecer en regionales y nacionales y era una jugadora excepcional.

Rodrigo Quiroga: sobrino Raúl Quiroga, otro gran jugador, e hijo de Nito, ambos referentes del volley de San Juan.

Nicolás Uriarte: hijo de otro grande, Jon Uriarte.


Es un placer ver al volley argentino volver a ser parte de la elite mundial, hay mucho potencial en estos pibes, y un gran DT detrás, así como lo hubo en 1982.

Costaron mucho esos años de penalización que sufrió la Argentina por culpa de Mario Goijman y otros dirigentes de la Federación después del mundial del 2002, y que nos llevó a no tener competencia internacional, además de cómo quedó la reputación del volley nacional, sí, costó, pero se salió.

Mientras, en los medios periodísticos sólo se habla de fútbol y se sacan cuentas a ver si nuestro seleccionado, cuyos jugadores valen millones y millones, logran pasar primera ronda jugando de locales.

Nadie, tampoco, cubrió la excelente performance del seleccionado U19 de básquet, dirigido por el gran Tolcachier, en el Mundial de esa categoría, donde logró un enorme, valiosísimo 4to puesto, cuando nadie daba un mango por los pibes.

Que siga el cabaret de Batista, Maradona, Messi y compañía, mientras, en otros deportes se trabaja con seriedad.