jueves, 11 de junio de 2009

Soledades



Viernes por la noche, Plaza Serrano, sentaditos en las mesas de afuera de un bolichito, tomando una cerveza a pesar del fresquete. Él, un gran amigo, me dice: “estoy aprendiendo a separarme sin culpa, pero más allá de eso, tengo un poco de miedo, nunca viví solo”. Una vez que aceptamos a la soledad como una amiga, recién podemos aprender a relacionarnos con los demás, es así de simple, pienso. Le sonrío, le tomo la mano y se la apreto fuerte.