viernes, 26 de noviembre de 2010

Historias - MDQ - 2da Parte

La perrita era una dulce, pero olía como loba de mar del puerto de Mdq.
Nat pareció leerme la mente y comentó:
"Tiene problemas hormonales. Toma levotiroxina como vos".
"Bienvenida al mundo hipotiroídeo!", exclamé. Y pensé qué tendría que ver eso con oler mal, no obstante, disimuladamente me olfateé, por si las moscas.
La verdad es que la perra parecía sucia la pobre, y la culpa de eso sólo la podía tener el dueño.
K tenía una onda particular, pelo largo castaño claro atado con una colita, barbita candado, pilcha de marquita. Sabía que tenía la edad de Nat (aprox. 10 menos que yo), pero parecía mas jovato. No obstante eso debo confesar que sentí una cierta atracción por él.
Nat se llevó la perra para el asiento delantero y la hizo acurrucar en el piso, maltratando un poco al pobre bicho, mientras ella muy femeninamente ponía los pies sobre la guantera del 504.
Nat siempre fue un poco marimacho, eso, y su sobrepeso no le favorecían. Miles de veces le aconsejé dieta, por su salud y porque había cosas en su personalidad que no me cerraban. Parecía empeñada en lastimarse, y era una pena, porque era y es muy bonita.
"En la estación de servicio X nos encontramos con L y A (el pequeñín), vos viajás con ellos" me dijo Nat.
Tengo que confesar que sentí un alivio, el olor de la perra sumado al pucho de K (perdón a los fumadores, no lo soporto), estaban comenzando a afectarme (alergias).
K puso música, me sorprendió para bien, por cierto, en su selección, pero el volúmen de la música molestó a Nat y en ese momento surgió la primera discusión de las tantas que se repetirían durante esos días.
Lo cierto es que todo el tiempo, hasta que llegamos a la estación de servicio, Nat se la pasó peleando a K por cualquier boludez, que el volúmen de la música, que el que doblara una cuadra antes o una después, que por qué te demoraste y nos retrasaste, qué por qué los chanchos no vuelan..
El apenas contestaba, y todo parecía parte de un histeriqueo del tipo: "porque te quiero te aporreo", algo que yo presentía por parte de Nat cuando hablábamos de K, su supuesto mejor amigo, antes de conocerlo.
Cuando llegamos a la estación de servicios L ya estaba, el chiquitín tenía un sueño de aquellos pero destilaba ternura, y el coche de L estaba moooy lindo pero mejor aún, tenía aire.
Me subí, no hubo problemas de adaptación ni con el niño ni con el padre, del cual su hijo era un mini-calco, me puse cómoda e iniciamos el viaje hacia Mdq, con Nat, K y la perrita siguiéndonos en el 504 negro medio destartalado, el cual, pronto, sería el causante del primero de los varios inconvenientes que nos acompañaron en esas vacaciones.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Casi casi..


Hoy recibí mail de blogger, donde me decía que infringía los términos de blah blah blah.. Que ponían en draft el post con link pirata y que si no lo sacaba me cerraban el blog.
Ya lo saqué, si desaparezco ya saben... Culpen a Luigi!!

lunes, 22 de noviembre de 2010

casi Perez

Al tipo le gustaba alardear, incluir en sus charlas términos en inglés, demostrar su sapiencia.

Hablaba de sus viajes de negocios, de música, de cine, de literatura, un verdadero sabelotodo.

Ella lo escuchaba, aprendiendo en algunos casos, mordiéndose para no corregir errores en otros, lo escuchaba, casi sin pronunciar palabra.

Él vivía en un barrio concheto, en un departamento que apenas podía alquilar, sus recuerdos giraban alrededor de una vida que no fue, porque esos viajes, esa vida no podían estar en el presente más distantes.

Ella callaba, hablaba poco de sí misma, de su niñez transitada en el seno de una familia "tradicional", donde el qué dirán, las apariencias, lo eran todo. Donde se ocultaban secretos de antaño, donde todo era, irónicamente, alardear. Esa vida de la que siempre había renegado y de la cual había huído.

Se encontraban de vez en cuando, cuando las obligaciones de él lo permitían, para compartir cuerpos, siempre en casa de ella. Ella sabía, no obstante, que ese trato diferencial era sólo con ella, que con otras salía, las llevaba a cenar, se mostraba, claro, eran gente como uno.

Esa tarde-noche, él, entre tanta hemorragia de palabras, de las cuales ella filtraba un 20, 30%, y el resto descartaba, aduciendo, posteriormente, mala memoria, él, se atrevió a decir esto:

"sí, un departamentito, así chiquito como éste".. el chiquito sonó despectivo y el filtro se desactivó..

Lo miró mal, él se dió cuenta, y balbuceó: "bueno, pero éste es tuyo"..

Por un momento pensó en decirle:

"Vos, advenedizo, con tu apellido que es casi Pérez, porque Pérez se encuentran miles en guías y del tuyo 999, que en la vida vas a poder llegar a nada, que sos un cero al as viviendo una mentira y alardeando de una vida que no tenés ni tendrás, te atrevés a decirme a mí, una Miranda, que tengo un apellido y dos departamentos MIOS, cuenta bancaria y un buen pasar, cosas que no sabés porque lo único que hacés es hablar de vos, que mi casita es pedorra??"

Pero no, dejó de lado el gorilaje que le brotaba de adentro y del cual había renegado toda su vida, y, simplemente, se lo cogió, como a un siervo, porque después de todo, de eso se trata.

Más liviano que el aire...



... es el deseo de cualquier mujer

Hace unos días me prestaron "Más liviano que el aire", de Federico Jeanmarie. El libro trata de una anciana de 93 años que es abordada en la calle por un adolescente y obligada a entrar a su casa para robarle, pero una vez adentro, la anciana se las arregla para encerrar al chico en el baño. La viejita, en vez de llamar a la policía, decide que no va a soltar al pibe hasta no terminar de contarle la historia de su madre, quien decide volar por su cuenta una avioneta sin importarle perder su propia vida para lograrlo. Ahí hay que tener en cuenta el contexto histórico, inicios de la aviación, el rol de la mujer de esa época en la sociedad.

El tema de la historia no pasa solamente por ahí, a lo largo del monólogo de la anciana (nunca aparece en el diálogo el chico), uno puede ver trazos de nuesta historia, y encontrás, como siempre, como la falta de comunicación, de diálogo, la problemática socio cultural de nuestro país es lo que nos caracteriza.

Hay una parte, donde la señora dice: "porque la libertad, escúcheme bien hijo, esta completamente ligada a la propiedad. Uno se siente libre cuando posee. Cuando se hace finalmente propietario de algún bien, espiritual o material, que llevaba tiempo deseando con alguna intensidad". Interesante para un debate, por cierto.

Al leer el libro, no pude evitar pensar en mi vieja y la imaginé, aunque es 20 años más joven, como una potencial "Lita" (así se llama el personaje). Según leí, cuando le preguntaron a Jeanmarie en quien se inspiró para escribir la novela dijo: "En mi madre. Habla mucho. Y está sola"

De eso, entre muchas otras cosas es de lo que trata el libro, de la soledad y la incomunicación, pero también da cuenta de la violencia social, de la discriminación de género y social y de la ceguera de las clases dominantes.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Featuring




Domingo previo a feriado, domingo que no parece domingo, tranquilo, solitario, esa soledad necesaria a veces, reflexivo, quizás por la inminente llegada de diciembre, quizás porque sí nomás.

Lectura al sol y la infaltable música, hoy disfrutando, gracias a la piratería, del último album de Norah Jones, "Featuring".

En él, Norah comparte canciones con grandes de todos los tiempos, desde Ray Charles hasta los Foo Fighters, pasando por Ryan Adams, Belle & Sebastian y hasta Dolly Parton.

Imperdible.