Porque el amar es también desear lo mejor a quien amamos alguna vez, y siempre recordamos.
"I heard that you're settled down,
That you found a girl and you're married now,
I heard that your dreams came true,
Guess she gave you things I didn't give to you,
Old friend, why are you so shy?
Ain't like you to hold back or hide from the light,
I hate to turn up out of the blue uninvited,
But I couldn't stay away, I couldn't fight it,
I had hoped you'd see my face,
And that you'd be reminded that for me it isn't over,
Nevermind, I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you, too,
Don't forget me, I beg,
I remember you said,
"Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead,"
Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead, yeah,
You know how the time flies,
Only yesterday was the time of our lives,
We were born and raised in a summer haze,
Bound by the surprise of our glory days,
I hate to turn up out of the blue uninvited,
But I couldn't stay away, I couldn't fight it,
I had hoped you'd see my face,
And that you'd be reminded that for me it isn't over,
Nevermind, I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you, too,
Don't forget me, I beg,
I remember you said,
"Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead,"
Nothing compares,
No worries or cares,
Regrets and mistakes, they're memories made,
Who would have known how bittersweet this would taste?
Nevermind, I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you,
Don't forget me, I beg,
I remember you said,
"Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead,"
Nevermind, I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you, too,
Don't forget me, I beg,
I remember you said,
"Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead,"
Sometimes it lasts in love,
But sometimes it hurts instead."
Y una magnífica presentación, de la increíble Adele, en los British de este año.
Esto es lo que quedó de mis viejos blogs, como Caia y como Brynhild, exportación e importación mediante. Un desastre!
viernes, 1 de abril de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
El Día de la Tierra
Hace unos pocos días le comentaba a un querido amigo sobre este evento, al cual el año pasado había concurrido y disfrutado enormemente.
Como tengo días complicados y no quiero que se queden con Isla Margarita for ever, quise traer de "Descubriendo" este post, dado que el 16/4 se celebra, nuevamente en Buenos Aires.
Quien quiera saber más, googlee lo que es "El día de la tierra", pero básicamente es un evento ecologista que busca concientizar sobre el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
En Buenos Aires se celebró el año pasado en el mismo lugar en el cual se hará este 16 de Abril, en la Plaza Naciones Unidas. Por ahora, la web está en preparación:
Aquí va mi post del año pasado, a quienes vayan este año, seguramente nos cruzaremos. Besos a todos!! IMPORTANTE: este evento es completamente gratuito.
Sábado 8am arriba, Bernabé (el encargado de mi edificio) venía a seguir con el arreglo que dijo terminaría en una semana y que ya lleva 4.
En poco más de media hora había terminado y me dijo: "hay que esperar que se seque..." es lo que viene diciendo hace días, creo que Bernabé disfruta con que yo no duerma.
Esto me deja en un sábado 9am, todo un día por delante, y no soy de las que vuelven a la cama a seguir durmiendo, no puedo, así de simple.
Chequeo mi hotmail y veo un correo de Pepsi promocionando "El día de la tierra", evento que era, justamente, ese día, y del cual recién me desayunaba.
Me fui al site y me interesó el tema, y encima veo que Bebel Gilberto está entre los artistas.
http://eldiadelatierra.net/
Tomé el teléfono, llamé a mi amiga Grace, le interesó, le recalqué de que trate de llegar antes de que el evento termine (Grace no puede ser más impuntual). A las 2pm estaba en casa, picoteamos algo del vetegariano de enfrente y a tomar el 124 para ir hasta Facultad de Abogacía, en lo que es el predio de Canal 7 se hacía el evento.
De camino se nubló, estaba fresco, pero la verdad el evento tenía onda. Había menos puestos de los que pensaba, me extrañó en particular, que un proyecto como Huerta Niño www.mihuerta.org.ar estuviera presente en tan pocas provincias, y que la Provincia de Buenos Aires no fuera parte de él, debe ser que no hay ningún puntero político involucrado...
La música acompañaba el evento. Pasó Trevor, pasaron Gustavo Lamas e Ismael Pinkler, compré unas galletas con granolas a los chicos de "Sentido Común", otro lindo microemprendimiento, y daba para tirarse en el pasto a esperar a Bebel. Le digo a Grace: "Qué cagada no trajimos el mate, nos sentamos?". Yo: calcitas negras y zapas y mi super campera negra, rea y deportiva, como siempre. Grace: jeans nuevos, botitas.. me dice: "Me voy a manchar el pantalón.. ".. y bue, a seguir paradas.
Antes de que subiera Bebel, pasaron este video, para el que no lo conoce, se los recomiendo, largo pero excelente y concientizador:
Después vino Bebel:
Si, no se ve nada, culpen a mi cell, saca fotos muy malas.
A esa hora la flor estaba así de bonita
El frío se sentía, las 6 horas de estar caminando o paradas también, pero la buena onda de Bebel se sentía aún más. Dénle el whiskey que pide en lugar de la botellita de agua! Pensábamos todos.
Pasando las 8pm, ya la oscuridad reinaba. si hubiera tenido una lona y alguien para compartir calor (no Grace, obvio), me hubiera quedado hasta que el evento terminara.
Cuando volvíamos, rumbo a la parada del 124 que nos llevaría a nuestras casas, a mi en mi querido Almagro, a Grace camino a Caseros (la loma del ...), unas pibas de no más de 15 nos preguntan: "Saben donde es "El día de la tierra?", les indicamos sonriéndonos.
Y las dos viejitas nos fuimos rumbo a nuestras casas, mientras las chiquillas comenzaban recién la noche, sientiendo lo lindo que un evento de este tipo uniera generaciones.
Una linda tarde, no programada, y principalmente de concientización. Ojalá sirva de algo, aunque creo que, definitivamente, es tarde para nuestro planeta.
Como tengo días complicados y no quiero que se queden con Isla Margarita for ever, quise traer de "Descubriendo" este post, dado que el 16/4 se celebra, nuevamente en Buenos Aires.
Quien quiera saber más, googlee lo que es "El día de la tierra", pero básicamente es un evento ecologista que busca concientizar sobre el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
En Buenos Aires se celebró el año pasado en el mismo lugar en el cual se hará este 16 de Abril, en la Plaza Naciones Unidas. Por ahora, la web está en preparación:
Aquí va mi post del año pasado, a quienes vayan este año, seguramente nos cruzaremos. Besos a todos!! IMPORTANTE: este evento es completamente gratuito.
Sábado 8am arriba, Bernabé (el encargado de mi edificio) venía a seguir con el arreglo que dijo terminaría en una semana y que ya lleva 4.
En poco más de media hora había terminado y me dijo: "hay que esperar que se seque..." es lo que viene diciendo hace días, creo que Bernabé disfruta con que yo no duerma.
Esto me deja en un sábado 9am, todo un día por delante, y no soy de las que vuelven a la cama a seguir durmiendo, no puedo, así de simple.
Chequeo mi hotmail y veo un correo de Pepsi promocionando "El día de la tierra", evento que era, justamente, ese día, y del cual recién me desayunaba.
Me fui al site y me interesó el tema, y encima veo que Bebel Gilberto está entre los artistas.
http://eldiadelatierra.net/
Tomé el teléfono, llamé a mi amiga Grace, le interesó, le recalqué de que trate de llegar antes de que el evento termine (Grace no puede ser más impuntual). A las 2pm estaba en casa, picoteamos algo del vetegariano de enfrente y a tomar el 124 para ir hasta Facultad de Abogacía, en lo que es el predio de Canal 7 se hacía el evento.
De camino se nubló, estaba fresco, pero la verdad el evento tenía onda. Había menos puestos de los que pensaba, me extrañó en particular, que un proyecto como Huerta Niño www.mihuerta.org.ar estuviera presente en tan pocas provincias, y que la Provincia de Buenos Aires no fuera parte de él, debe ser que no hay ningún puntero político involucrado...
La música acompañaba el evento. Pasó Trevor, pasaron Gustavo Lamas e Ismael Pinkler, compré unas galletas con granolas a los chicos de "Sentido Común", otro lindo microemprendimiento, y daba para tirarse en el pasto a esperar a Bebel. Le digo a Grace: "Qué cagada no trajimos el mate, nos sentamos?". Yo: calcitas negras y zapas y mi super campera negra, rea y deportiva, como siempre. Grace: jeans nuevos, botitas.. me dice: "Me voy a manchar el pantalón.. ".. y bue, a seguir paradas.
Antes de que subiera Bebel, pasaron este video, para el que no lo conoce, se los recomiendo, largo pero excelente y concientizador:
Después vino Bebel:
Si, no se ve nada, culpen a mi cell, saca fotos muy malas.
A esa hora la flor estaba así de bonita
El frío se sentía, las 6 horas de estar caminando o paradas también, pero la buena onda de Bebel se sentía aún más. Dénle el whiskey que pide en lugar de la botellita de agua! Pensábamos todos.
Pasando las 8pm, ya la oscuridad reinaba. si hubiera tenido una lona y alguien para compartir calor (no Grace, obvio), me hubiera quedado hasta que el evento terminara.
Cuando volvíamos, rumbo a la parada del 124 que nos llevaría a nuestras casas, a mi en mi querido Almagro, a Grace camino a Caseros (la loma del ...), unas pibas de no más de 15 nos preguntan: "Saben donde es "El día de la tierra?", les indicamos sonriéndonos.
Y las dos viejitas nos fuimos rumbo a nuestras casas, mientras las chiquillas comenzaban recién la noche, sientiendo lo lindo que un evento de este tipo uniera generaciones.
Una linda tarde, no programada, y principalmente de concientización. Ojalá sirva de algo, aunque creo que, definitivamente, es tarde para nuestro planeta.
domingo, 27 de marzo de 2011
Isla Margarita
El destino no estaba para nada mal por ser un viaje de trabajo, y si además era un Congreso, donde podés elegir las charlas a las que vas, la propuesta se hacía más interesante así que acepté el ofrecimiento de mi Gerente.
Me beneficié por la amistad con la Asistente de la Gerencia, Ale es bastante amiga mía, y organizó todo: sacó vuelo de manera de tener un día libre previo y otro posterior al evento, que duraba 4 días, o sea, era casi una semana, con 2 días libres y posibilidades de escaparme de algunas conferencias poco interesantes.
Iba a estar hospedada en el Hotel Hesperia, que contaba con cancha de golf y playa privada. Las fotos me convencieron, sólo que el hotel se encontraba en el medio de la nada

El vuelo fue normal, pero el primer contratiempo lo tendría al llegar a Caracas. Al bajar del avión y querer hacer el trasbordo a Isla Margarita me encontré con que salían de otro lugar. Tenía a al menos 10 tipos ofreciéndome por nosecuantos dólares llevarme. La verdad es que no me generaban confianza, así que pregunté en un mostrador dónde quedaba. El tipo me dice: "Saliendo por la puerta principal, a su izquierda, unos 200 metros". Ah bue, me dije, me los hago a pié, tenía una maleta no muy grande, con rueditas, fácil de llevar.
Al salir, me encontré que el lugar era un poco despoblado, tipo una carretera, me asusté un poco.. Miro hacia atrás y veo que venía un señor, con uniforme de piloto y una maleta chica también, le pregunté sobre los vuelos a Isla Margarita, me dijo que sí, que estaba bien encaminada y que él iba al mismo lugar, re caradura le digo: "puedo caminar con usted?", aceptó gentilmente y hacia allí fuimos.
Luego de pagar tasa de embarque, fui al mostrador de la empresa con la que iba a volar a la isla. Faltaban más de dos horas para mi vuelo, la espera iba a ser aburrida, cuando le doy mi pasaje a la señorita del mostrador me dice: "Quiere viajar ya? Está por salir un vuelo y hay lugar". Obviamente respondí que sí, y al rato ya estaba volando.
Al llegar al aeropuerto de isla Margarita el calor y la humedad reinaban, me encaminé a buscar mis maletas y un taxi, cuando en eso veo un señor con un cartelito que mencionaba el evento al que yo iba. Me acerqué y junto conmigo lo hizo otra señorita. La chica resultó ser de la organización y se ofreció gentilmente a llevarme, de camino charlamos sobre el evento y cuando llegamos me presentó al resto de la gente de la organización, me invitaron a cenar, pero me disculpé, estaba bastante cansada del viaje y ya era de noche, así que preferí ir a descansar y levantarme temprano para aprovechar el día libre.
Al otro día me levanté, desayuné discretamente y me encaminé a conocer el hotel, el cual era muy bonito.


Terminé mi recorrido en la playa, había ido preparada para tomar sol así que allí me tendí.

Estuve un buen rato al sol, caminé por la playa, muy bonita, y decidí resguardame un poco debajo de una sombrilla de paja, abrí un libro y me quedé leyendo un buen rato más. Se había nublado así que extendí mis piernas dejándolas al descubierto.
Ya pasando el mediodía fui a almorzar, paso previo por el lobby del hotel, allí averigué sobre el servicio que salía por la tarde e iba a la ciudad, la idea era conocer al menos algo ese día, los demás iba a estar ocupada en las conferencias y por la lejanía del centro de la ciudad se haría complicado.
A las 4pm ya estábamos saliendo, al llegar me desayuné de algo que no esperaba. La visita a la zona histórica la hacían con el grupo de la mañana, por la tarde iban al.... shopping :(.

Pensé en salir a recorrer sola, pero me desaconsejaron lo hiciera por la inseguridad.
Me resigné a pasear por el shopping, me senté a tomar algo en un bar, y de pronto comencé a sentir que mis piernas iban tomando temperatura. Las miré y estaban tomando un lindo tono colorado...
La situación fue empeorando, cuando anochecía, ya en el hotel, habían adquirido un tono rojo preocupante, mojé toallas y el solo roce con superficie alguna era ver las estrellas. Sumado a eso comencé a estornudar y a sentirme muy mal. Bajé a cenar como pude, me encontré con los organizadores, me recordaron de la fiesta de bienvenida, les comenté que no me sentía muy bien.
Esa noche mientras todos se divertían en la fiesta, yo estaba tirada en la cama del hotel con compresas de agua fría en mis piernas y mi frente, y el rollo de papel higiénico a mano a falta de pañuelos descartables, mirando a los Bulls en ESPN, por esos días el Chapu Nocioni jugaba en ese equipo.
En las Conferencias no pasé desapercibida, el att--chísss era constante en mí, ojos llorosos y nariz mocosa, un asquito completo. El último día libre se convirtió en sólo mañana libre por la hora del vuelo, esa mañana me tapé toda cual beduino y me fui a caminar un poco por la playita, esta vez me metí completa bajo la sombrilla.
Al regresar a Buenos Aires fui a mi dermatóloga, puedo asegurar que uno no toma conciencia de cuánto te tocan las piernas hasta que te pasa algo así, o sea, parecía que todo el mundo por la calle intentaba tocarme, llevarme por delante, rozarme. Ni hablar cuando en el vuelo de regreso una gentil señora clavó su bolso en una de mis piernas. Me cayeron terribles lagrimones, y mi contestación "No es nada", al "Disculpe" de la buena señora fue poco creíble.
Mi dermatóloga me recetó cremas con aloe vera, y me dijo que si conseguía la plantita mejor, que cortara sus hojas lateralmente y pusiera la parte carnosa sobre las piernas. No supo decirme cuanto tiempo seguiría así y si mis lindas piernitas convertidas en chorizos colorados por el sol, volverían a la normalidad.
El aloe vera resultó mágico, la inflamación se fue, el rojo también, y aprendí que nunca hay que confiar en la resolana ni olvidar protector solar cuando se va a la playa.
Me beneficié por la amistad con la Asistente de la Gerencia, Ale es bastante amiga mía, y organizó todo: sacó vuelo de manera de tener un día libre previo y otro posterior al evento, que duraba 4 días, o sea, era casi una semana, con 2 días libres y posibilidades de escaparme de algunas conferencias poco interesantes.
Iba a estar hospedada en el Hotel Hesperia, que contaba con cancha de golf y playa privada. Las fotos me convencieron, sólo que el hotel se encontraba en el medio de la nada

El vuelo fue normal, pero el primer contratiempo lo tendría al llegar a Caracas. Al bajar del avión y querer hacer el trasbordo a Isla Margarita me encontré con que salían de otro lugar. Tenía a al menos 10 tipos ofreciéndome por nosecuantos dólares llevarme. La verdad es que no me generaban confianza, así que pregunté en un mostrador dónde quedaba. El tipo me dice: "Saliendo por la puerta principal, a su izquierda, unos 200 metros". Ah bue, me dije, me los hago a pié, tenía una maleta no muy grande, con rueditas, fácil de llevar.
Al salir, me encontré que el lugar era un poco despoblado, tipo una carretera, me asusté un poco.. Miro hacia atrás y veo que venía un señor, con uniforme de piloto y una maleta chica también, le pregunté sobre los vuelos a Isla Margarita, me dijo que sí, que estaba bien encaminada y que él iba al mismo lugar, re caradura le digo: "puedo caminar con usted?", aceptó gentilmente y hacia allí fuimos.
Luego de pagar tasa de embarque, fui al mostrador de la empresa con la que iba a volar a la isla. Faltaban más de dos horas para mi vuelo, la espera iba a ser aburrida, cuando le doy mi pasaje a la señorita del mostrador me dice: "Quiere viajar ya? Está por salir un vuelo y hay lugar". Obviamente respondí que sí, y al rato ya estaba volando.
Al llegar al aeropuerto de isla Margarita el calor y la humedad reinaban, me encaminé a buscar mis maletas y un taxi, cuando en eso veo un señor con un cartelito que mencionaba el evento al que yo iba. Me acerqué y junto conmigo lo hizo otra señorita. La chica resultó ser de la organización y se ofreció gentilmente a llevarme, de camino charlamos sobre el evento y cuando llegamos me presentó al resto de la gente de la organización, me invitaron a cenar, pero me disculpé, estaba bastante cansada del viaje y ya era de noche, así que preferí ir a descansar y levantarme temprano para aprovechar el día libre.
Al otro día me levanté, desayuné discretamente y me encaminé a conocer el hotel, el cual era muy bonito.


Terminé mi recorrido en la playa, había ido preparada para tomar sol así que allí me tendí.

Estuve un buen rato al sol, caminé por la playa, muy bonita, y decidí resguardame un poco debajo de una sombrilla de paja, abrí un libro y me quedé leyendo un buen rato más. Se había nublado así que extendí mis piernas dejándolas al descubierto.
Ya pasando el mediodía fui a almorzar, paso previo por el lobby del hotel, allí averigué sobre el servicio que salía por la tarde e iba a la ciudad, la idea era conocer al menos algo ese día, los demás iba a estar ocupada en las conferencias y por la lejanía del centro de la ciudad se haría complicado.
A las 4pm ya estábamos saliendo, al llegar me desayuné de algo que no esperaba. La visita a la zona histórica la hacían con el grupo de la mañana, por la tarde iban al.... shopping :(.

Pensé en salir a recorrer sola, pero me desaconsejaron lo hiciera por la inseguridad.
Me resigné a pasear por el shopping, me senté a tomar algo en un bar, y de pronto comencé a sentir que mis piernas iban tomando temperatura. Las miré y estaban tomando un lindo tono colorado...
La situación fue empeorando, cuando anochecía, ya en el hotel, habían adquirido un tono rojo preocupante, mojé toallas y el solo roce con superficie alguna era ver las estrellas. Sumado a eso comencé a estornudar y a sentirme muy mal. Bajé a cenar como pude, me encontré con los organizadores, me recordaron de la fiesta de bienvenida, les comenté que no me sentía muy bien.
Esa noche mientras todos se divertían en la fiesta, yo estaba tirada en la cama del hotel con compresas de agua fría en mis piernas y mi frente, y el rollo de papel higiénico a mano a falta de pañuelos descartables, mirando a los Bulls en ESPN, por esos días el Chapu Nocioni jugaba en ese equipo.
En las Conferencias no pasé desapercibida, el att--chísss era constante en mí, ojos llorosos y nariz mocosa, un asquito completo. El último día libre se convirtió en sólo mañana libre por la hora del vuelo, esa mañana me tapé toda cual beduino y me fui a caminar un poco por la playita, esta vez me metí completa bajo la sombrilla.
Al regresar a Buenos Aires fui a mi dermatóloga, puedo asegurar que uno no toma conciencia de cuánto te tocan las piernas hasta que te pasa algo así, o sea, parecía que todo el mundo por la calle intentaba tocarme, llevarme por delante, rozarme. Ni hablar cuando en el vuelo de regreso una gentil señora clavó su bolso en una de mis piernas. Me cayeron terribles lagrimones, y mi contestación "No es nada", al "Disculpe" de la buena señora fue poco creíble.
Mi dermatóloga me recetó cremas con aloe vera, y me dijo que si conseguía la plantita mejor, que cortara sus hojas lateralmente y pusiera la parte carnosa sobre las piernas. No supo decirme cuanto tiempo seguiría así y si mis lindas piernitas convertidas en chorizos colorados por el sol, volverían a la normalidad.
El aloe vera resultó mágico, la inflamación se fue, el rojo también, y aprendí que nunca hay que confiar en la resolana ni olvidar protector solar cuando se va a la playa.
jueves, 24 de marzo de 2011
otoño

El otoño se lo recordaba, el inicio.
Recordó los silencios compartidos, las caricias, los "palma contra palma", los "te amo".
Se sintió amada, aunque hubiera sido a medias.
Sonrió y miró las hojas, con esas tonalidades casi sepia... el sepia que sabe a recuerdos y ausencias.
lunes, 21 de marzo de 2011
Salzburgo (castillo de sal)
La llegada a Salzburgo fue acompañada de una intensa lluvia. Me encontré en un área de servicios utilizando el secador de manos para poner medianamente en condiciones mis zapatillas.
Al arribar al casco antiguo de la ciudad todo cambió, no el tiempo, sí mi sensación de molestia por estar toda mojada.
Salzburgo es una ciudad increíble. El centro histórico aparece dominado por las torres de sus iglesias, sus fortalezas medievales y, sobre todo, por la figura de la Fortaleza Hohensalzburg.
La vista de las torres y tejados de distinto estilo, las contrucciones y el río corriendo en medio de la ciudad, todo rodeado del verde montañoso completan un paisaje incomparable.

El primer lugar de visita fue la Catedral y el casco antiguo. La lluvia molestaba menos y hasta generaba un clima especial, transportándonos al pasado.
Paseamos por el casco, recorrimos la hermosa Catedral, reconstruída varias veces, algunas por incendios, otras por las marcas de la guerra.

Mirando la Fortaleza Hohensalzburg, Marcela, una “tica” compañera de viaje me dice, con su lindo acento, de ir a ver los horarios del Funicular. La Fortaleza se yergue en lo alto, dominando la ciudad, y la única forma de acceso es a través de este medio.

Cuando llegamos a la plataforma vemos que el Funicular estaba por salir, y que el siguiente se nos iba de horario, era tomar ese o no subir a Hohensalzburg.
Pensé en mi vieja, que estaba paseando por la ciudad, si volvía a avisarle perdía el funicular y quizás nunca tendría otra oportunidad de subir a la Fortaleza. Digamos que tenía que elegir rápido, y elegí subir y disfrutar de esta vista.

De más está decir que al bajar, una hora después, la cara de mi mamá era de culo total, no me habló en un buen rato (que bien!!!), pero se calmó un poco cuando fuimos a la "Casa Hagenauer". Allí nació el 27 de enero de 1756, Wolfgang Amadeus Mozart.

El resto fue disfrutar del museo, tomar un capuccino, algo tradicional en Salzburgo, y despedirnos de esa hermosa ciudad, que me encantaría disfrutar con más tiempo..
Ah, sí, mamá me sigue pasando factura por lo sucedido, pero así son las mamás, no?
Les dejo un videíto de la ciudad con fondo de Wolfgang para completar la visita.
Al arribar al casco antiguo de la ciudad todo cambió, no el tiempo, sí mi sensación de molestia por estar toda mojada.
Salzburgo es una ciudad increíble. El centro histórico aparece dominado por las torres de sus iglesias, sus fortalezas medievales y, sobre todo, por la figura de la Fortaleza Hohensalzburg.
La vista de las torres y tejados de distinto estilo, las contrucciones y el río corriendo en medio de la ciudad, todo rodeado del verde montañoso completan un paisaje incomparable.
El primer lugar de visita fue la Catedral y el casco antiguo. La lluvia molestaba menos y hasta generaba un clima especial, transportándonos al pasado.
Paseamos por el casco, recorrimos la hermosa Catedral, reconstruída varias veces, algunas por incendios, otras por las marcas de la guerra.

Mirando la Fortaleza Hohensalzburg, Marcela, una “tica” compañera de viaje me dice, con su lindo acento, de ir a ver los horarios del Funicular. La Fortaleza se yergue en lo alto, dominando la ciudad, y la única forma de acceso es a través de este medio.

Cuando llegamos a la plataforma vemos que el Funicular estaba por salir, y que el siguiente se nos iba de horario, era tomar ese o no subir a Hohensalzburg.
Pensé en mi vieja, que estaba paseando por la ciudad, si volvía a avisarle perdía el funicular y quizás nunca tendría otra oportunidad de subir a la Fortaleza. Digamos que tenía que elegir rápido, y elegí subir y disfrutar de esta vista.

De más está decir que al bajar, una hora después, la cara de mi mamá era de culo total, no me habló en un buen rato (que bien!!!), pero se calmó un poco cuando fuimos a la "Casa Hagenauer". Allí nació el 27 de enero de 1756, Wolfgang Amadeus Mozart.

El resto fue disfrutar del museo, tomar un capuccino, algo tradicional en Salzburgo, y despedirnos de esa hermosa ciudad, que me encantaría disfrutar con más tiempo..
Ah, sí, mamá me sigue pasando factura por lo sucedido, pero así son las mamás, no?
Les dejo un videíto de la ciudad con fondo de Wolfgang para completar la visita.
domingo, 20 de marzo de 2011
Song to the Siren
dedicado a vos
Aquí va la versión original, la del autor, Tim Buckley.
Aquí la de Liz
Aquí la de John Frusciante
Aquí la de Robert Plant
Aquí de las últimas, la de Bryan Ferry en "Olympia"
La ampolla no duele, la tarde fue perfecta, pero hablo mucho, aceptémoslo!!!
Buenas noches a todos, un beso para vos :).
Aquí va la versión original, la del autor, Tim Buckley.
Aquí la de Liz
Aquí la de John Frusciante
Aquí la de Robert Plant
Aquí de las últimas, la de Bryan Ferry en "Olympia"
La ampolla no duele, la tarde fue perfecta, pero hablo mucho, aceptémoslo!!!
Buenas noches a todos, un beso para vos :).
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