domingo, 27 de marzo de 2011

Isla Margarita

El destino no estaba para nada mal por ser un viaje de trabajo, y si además era un Congreso, donde podés elegir las charlas a las que vas, la propuesta se hacía más interesante así que acepté el ofrecimiento de mi Gerente.

Me beneficié por la amistad con la Asistente de la Gerencia, Ale es bastante amiga mía, y organizó todo: sacó vuelo de manera de tener un día libre previo y otro posterior al evento, que duraba 4 días, o sea, era casi una semana, con 2 días libres y posibilidades de escaparme de algunas conferencias poco interesantes.

Iba a estar hospedada en el Hotel Hesperia, que contaba con cancha de golf y playa privada. Las fotos me convencieron, sólo que el hotel se encontraba en el medio de la nada



El vuelo fue normal, pero el primer contratiempo lo tendría al llegar a Caracas. Al bajar del avión y querer hacer el trasbordo a Isla Margarita me encontré con que salían de otro lugar. Tenía a al menos 10 tipos ofreciéndome por nosecuantos dólares llevarme. La verdad es que no me generaban confianza, así que pregunté en un mostrador dónde quedaba. El tipo me dice: "Saliendo por la puerta principal, a su izquierda, unos 200 metros". Ah bue, me dije, me los hago a pié, tenía una maleta no muy grande, con rueditas, fácil de llevar.

Al salir, me encontré que el lugar era un poco despoblado, tipo una carretera, me asusté un poco.. Miro hacia atrás y veo que venía un señor, con uniforme de piloto y una maleta chica también, le pregunté sobre los vuelos a Isla Margarita, me dijo que sí, que estaba bien encaminada y que él iba al mismo lugar, re caradura le digo: "puedo caminar con usted?", aceptó gentilmente y hacia allí fuimos.

Luego de pagar tasa de embarque, fui al mostrador de la empresa con la que iba a volar a la isla. Faltaban más de dos horas para mi vuelo, la espera iba a ser aburrida, cuando le doy mi pasaje a la señorita del mostrador me dice: "Quiere viajar ya? Está por salir un vuelo y hay lugar". Obviamente respondí que sí, y al rato ya estaba volando.

Al llegar al aeropuerto de isla Margarita el calor y la humedad reinaban, me encaminé a buscar mis maletas y un taxi, cuando en eso veo un señor con un cartelito que mencionaba el evento al que yo iba. Me acerqué y junto conmigo lo hizo otra señorita. La chica resultó ser de la organización y se ofreció gentilmente a llevarme, de camino charlamos sobre el evento y cuando llegamos me presentó al resto de la gente de la organización, me invitaron a cenar, pero me disculpé, estaba bastante cansada del viaje y ya era de noche, así que preferí ir a descansar y levantarme temprano para aprovechar el día libre.

Al otro día me levanté, desayuné discretamente y me encaminé a conocer el hotel, el cual era muy bonito.





Terminé mi recorrido en la playa, había ido preparada para tomar sol así que allí me tendí.



Estuve un buen rato al sol, caminé por la playa, muy bonita, y decidí resguardame un poco debajo de una sombrilla de paja, abrí un libro y me quedé leyendo un buen rato más. Se había nublado así que extendí mis piernas dejándolas al descubierto.

Ya pasando el mediodía fui a almorzar, paso previo por el lobby del hotel, allí averigué sobre el servicio que salía por la tarde e iba a la ciudad, la idea era conocer al menos algo ese día, los demás iba a estar ocupada en las conferencias y por la lejanía del centro de la ciudad se haría complicado.

A las 4pm ya estábamos saliendo, al llegar me desayuné de algo que no esperaba. La visita a la zona histórica la hacían con el grupo de la mañana, por la tarde iban al.... shopping :(.



Pensé en salir a recorrer sola, pero me desaconsejaron lo hiciera por la inseguridad.

Me resigné a pasear por el shopping, me senté a tomar algo en un bar, y de pronto comencé a sentir que mis piernas iban tomando temperatura. Las miré y estaban tomando un lindo tono colorado...

La situación fue empeorando, cuando anochecía, ya en el hotel, habían adquirido un tono rojo preocupante, mojé toallas y el solo roce con superficie alguna era ver las estrellas. Sumado a eso comencé a estornudar y a sentirme muy mal. Bajé a cenar como pude, me encontré con los organizadores, me recordaron de la fiesta de bienvenida, les comenté que no me sentía muy bien.

Esa noche mientras todos se divertían en la fiesta, yo estaba tirada en la cama del hotel con compresas de agua fría en mis piernas y mi frente, y el rollo de papel higiénico a mano a falta de pañuelos descartables, mirando a los Bulls en ESPN, por esos días el Chapu Nocioni jugaba en ese equipo.

En las Conferencias no pasé desapercibida, el att--chísss era constante en mí, ojos llorosos y nariz mocosa, un asquito completo. El último día libre se convirtió en sólo mañana libre por la hora del vuelo, esa mañana me tapé toda cual beduino y me fui a caminar un poco por la playita, esta vez me metí completa bajo la sombrilla.

Al regresar a Buenos Aires fui a mi dermatóloga, puedo asegurar que uno no toma conciencia de cuánto te tocan las piernas hasta que te pasa algo así, o sea, parecía que todo el mundo por la calle intentaba tocarme, llevarme por delante, rozarme. Ni hablar cuando en el vuelo de regreso una gentil señora clavó su bolso en una de mis piernas. Me cayeron terribles lagrimones, y mi contestación "No es nada", al "Disculpe" de la buena señora fue poco creíble.

Mi dermatóloga me recetó cremas con aloe vera, y me dijo que si conseguía la plantita mejor, que cortara sus hojas lateralmente y pusiera la parte carnosa sobre las piernas. No supo decirme cuanto tiempo seguiría así y si mis lindas piernitas convertidas en chorizos colorados por el sol, volverían a la normalidad.

El aloe vera resultó mágico, la inflamación se fue, el rojo también, y aprendí que nunca hay que confiar en la resolana ni olvidar protector solar cuando se va a la playa.

20 comentarios:

  1. En honor a la salud de tus piernas, entonces, me voy a tomar una "Margarita", obviamente, muuuy fríaaaaa, jejeje...

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  2. Gastón: malo malo.. Pasá una para acá, dale :).

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  3. "Maldita sea la praia, maldito sol asesino..."

    ... y cuide sus "lindas piernitas" de esos toqueteos, caramba!

    Besos.

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  4. Te pasó lo de Aureliano. El sol no da respiro jamás por esas zonas. Con nubes o a pleno te mata. Igual, si me dan a elegir un Congreso que sea en la playa.
    Beso!
    Ah....no te agrandes pero si, se equivoca de habitación. Brillante deducción.

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  5. (Qué encomiable su servicio al lector: ¡ahora publica dietas también!)

    :)

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  6. Rob! Pero yo no perdí garoto, lamentablemente ni lo encontré, snif.
    http://www.youtube.com/watch?v=Qw39_5kuTUU
    Jaja! me fui a escucharlo y reirme un rato.

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  7. Dany: uh! sorry!!
    Obviamente, si me mandan nuevamente a un Congreso que sea a la playa, iré con protección 40+...
    Debo confesar que aún a pesar de las quemaduras, sigo utilizando poco protector solar. Besos!

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  8. Rob 2: Sí señor, es la dieta que comienzo mañana, me voy a re-c..ar de brebre, pero de lo contrario lo que van a ver rodando por Callao no va a ser la luna sino a mí :P

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  9. Recién veo la dieta. Es dura, no hay hidratos ni a palos. Encima un lunes.....
    Yo debería intentar llegar al quinto dia....

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  10. Dany: el primer día será el más fácil, uno arranca con ganas, veremos cómo llego al jueves!! Y el finde??? El retorno al gimnasio va a ser tranquilo, con esta dieta no creo me de para mucho el cuero.
    Lo bueno es que dice frutas, y no dice que no se pueda comer ba-na-nasss. Ya tengo bananas, ciruelas, peras y manzanas en el stock de comidas para mañana. Beso, señor.

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  11. ¡quiero un laburo así!!!!!!!!

    pero con protector solar, claro.

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  12. Conde! Yo también! En el de ahora no me mandan ni a la Salada, mire!
    Besos, señora.

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  13. lo del sol lo tengo claro desde que era pequeña, soy blanca pálido y sufrí varias veces esas quemazones! un horror!

    que buen destino, eh? pensé que con el pilot se venía la historia de amor...ji

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  14. Alelí: Es que no pensé que la resolana me iba a incinerar las piernas!!
    Con el piloto? Nahh, nena.. cero bola. Soy bagashito yo, los hombres no me dan bola :(
    Besos!

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  15. No se queje, peor es ser de Boca!

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  16. ah bueeeeh, eso de "el hotel muy bonito" me hizo reír. Espectacular! según las fotos por lo menos.
    Muy buen relato de viaje.
    saludos.

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  17. Lindo paseo. Un par de piernas coloradas no pueden ser sufiecientes para empañar esos días.

    El hotel parecía espectacular. No así los Bulls de Nocioni.

    Un saludo.

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  18. Darío: sí, la verdad es que el hotel era espectacular, además "all inclusive" y el servicio era muy bueno. Lamento no haber podido disfrutarlo más.

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  19. Yoni: no, la verdad es que no, pero me hubiera gustado conocer más de la ciudad, su gente, sus costumbres. Caundo viajo suelo mezclarme con los lugareños y parlotear con ellos, especialmente si son países latinoamercianos. En esta oportunidad hablé un poco con gente en el aeropuerto, cuando tuve que esperar tanto el vuelo de retorno, y ya se comenzaba a ver la disconformidad de la gente con el gobierno de Chávez.
    Saludos, señor, y no me deje sola en el FB!!

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