sábado, 20 de noviembre de 2010

Quiero!

Jueves, regreso del laburo caminando por "La saladita" de Florida camino al subte.
Voy arrastrándome por las veredas, tratando de no tropezar con algún puesto/hijo de puesteros/producto de cuarta de calidad inimaginable que se vende en puesto.
Miro mi entorno, turistas mayormente brasileros comprando esos productos de calidad inimaginable y tan pero tan representativos de nuestros pagos.
Lo veo, una mesita improvisada, él parado a 3 metros, lleva el brazo hacia atrás y lo arroja con maestría.
"Él" se aplasta pareciendo un manchón, un cacho de gelatina descongelada, una franca porquería, como nos sentimos muchos a veces, pero al instante, rápidamente vuelve a su forma original, como si nada hubiera pasado, como si nada ni nadie pudiera destruirlo.
Quiero ser un "tomate loco"...


6 comentarios:

  1. A mí me asusta ese tomate, cosa 'e Mandinga.

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  2. A mí me da mucha curiosidad cómo cornos es que se rearma luego de quedar destruído. Ojalá todos tuviéramos esa capacidad, no?

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  3. Me encantó!! Yo también quiero mi tomate loco!!
    (será que estoy del tomate?)
    Besitosssssss

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  4. Marina, en cualquier momento me compro uno. A ver si me mimetizo!

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  5. nena nena, no me digas q vos, yo, y tanta gente, "no somos tomates locos"???
    sabés las veces q me dejaron asi de aplastada o pior, y me "reconstrui" again?
    no se si tan rapido como el tomate pero bue, una hace lo q puede

    jajajajaja
    , no se por qué, pero me imagino q también tenes la capacidad :)

    "una alegrìa enorme estar acá"
    sigo leyendo para abajo, toy contenta!

    ah, en mi blos, esta mi mail, si tenes ganas contame un poco mas de eso, q me dio curiosidad la verdad
    besoooooooos

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  6. Hola Clau!! Bienvenida!! Después te mando mail y te cuento! Es muy de locos!

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