domingo, 24 de julio de 2011

Paseando por Buenos Aires

Las vacaciones de julio trajeron la visita de Gus y Agus. Mi hermano mayor es el único que sigue viviendo en nuestra ciudad natal, por lo cual no nos vemos mucho, pero el contacto entre nosotros es fluído gracias a internet.

No obstante eso, el contacto directo es diferente, y con Gus pasamos mucho tiempo recordando anécdotas familiares, es increíble la memoria que tiene, pero además, de todos, fue quien más tiempo pasó en su infancia escuchando las historias de las hermanas de mi abuela, las Miranda, pero esos recuerdos serán, seguramente, motivo de algún otro post.

Como era más que obvio, las mellis quisieron venirse a Capital a ver al primo, los tres tienen casi la misma edad y son muy compinches, así que organizamos salida para todo el finde.

Al salir de la Feria del Libro, cada uno con su bolsita y por supuesto una adicional para la peque (qué bueno es que los chicos lean!!!), decidimos pasear por Recoleta, entonces Maiu dice:
"Caia, quiero ir al cementerio!!".
Miré la hora, eran poco más de las 5pm, el Cementerio de la Recoleta cerraba en una hora.
Hacia allí fuimos, casi corriendo entre la muchedumbre que inundaba la plaza.

El Cementerio de la Recoleta no es un lugar para recorrer en una hora, si bien la visita guiada gratuita que ofrece dura poco más que ese tiempo, pero la misma sólo abarca algunas de las tumbas y mausoleos más importantes. No obstante, es altamente aconsejable tomarla, como ya dije, es gratuita y se puede tomar a las 14hs y a las 16hs.

Obviamente no llegamos a tomarla, pero yo lo había hecho un tiempo atrás, así que oficié de guía.

Maiu y Pef maldijeron no haber llevado sus cámaras fotográficas, yo también, si bien tengo algunas fotos que tomé en la visita anterior.

A las 6pm nos echaron, Maiu quería quedarse, Pefi tenía miedo (a esa hora, algunas de las esculturas parecen tomar vida), Agus se reía de ambas. Gus se fue contento ya que alcanzó a ver el Mausoleo de los Caídos en la Revolución del Parque, construído en honor al episodio de la historia del radicalismo, y donde descansan los restos de Hipólito Irigoyen, Arturo Illia y Leandro N. Alem, y donde también estuvo "Alfonso" por un tiempo.


No faltó el paso por la tumba de Rufina:


Pero nos faltó tiempo para ver muchos de esas maravillosas obras de las cuales se puede disfrutar. Con las chicas quedamos en que volveremos pronto, cada una con su camarita, para tomar fotos como estas:









Bueno, quizás mejores :).

6 comentarios:

  1. grande tía!

    es un lugar super atractivo para recorrer. de lo debo a mi hija!

    me inspiraste.

    besos

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  2. Alelí! Dale, llevala, le va a encantar, seguramente tendrá esa mezcla de miedo y fascinación que todos tenemos cuando chicos en lugares como ese. Besos!

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  3. migli2007.wordpress.com26 de julio de 2011, 10:42

    estupendo paseo! las fotos. verdaderamente espectaculares. Ahora, la última....buenísima!
    Felicitaciones

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  4. Migli: qué bueno te gusten, en unos días tomaré algunas más, espero no salgan peores, hace tiempo no uso la cámara. El michi me pareció adorable, muy relajado entre tanto mausoleo, había mucho otros, por supuesto, pero tenían un aire misterioso acorde al lugar, éste era un atorrante turado panza arriba, nada parecía importarle :).
    Un beso y bienvenida.

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  5. Todo muy lindo, es verdad, los chicos se divierten en los semitris, pero los que pasamos el akme, salvo que nos gusten las fotos y las antiguedades, nos asustan estos coquetos edificios---tus fotos una belleza..Pero debiste aclarar que el gatito estaba vivo.

    Perdona la ingenuidad.

    Cocor.

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  6. Coco: me gustan las antiguedades y las esculturas, además me gusta escuchar las historias que se cuentan, aunque muchas son clásicas leyendas urbanas.
    Las fotis están maso, ayer saqué mas, después subo alguna a Hideaway.
    Los cementerios están llenos de michos, a mí me dan un poco de cosita los gatos, más los de cementerio.
    Besitos, Coqui.

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